Los atlantes construían su civilización, erigían sus monumentos y
organizaban su vida social en torno a los puntos de energía.
El amplio desarrollo de su tercer ojo, así como las elevadas
connotaciones espirituales que la civilización atlante tenia les permitían
conocer la naturaleza y posición exacta de cada uno de los puntos de energía,
de cada puerta inter dimensional, o cada cruce de líneas telúricas que pudiesen
afectar su vida.
Ellos, en su sabiduría, organizaban su vida en función de lo que
podríamos llamar un mapeado energético, igual que vosotros en vuestras
civilizaciones construís vuestras ciudades en torno a los ríos, en torno a los
valles, evitando montañas, evitando junglas o evitando selvas, o al contrario,
aceptándolas de buen grado, abrazándolas y aprovechándose de sus beneficios
Ellos hacían lo mismo, en su sabiduría construían su civilización
en torno a siete grandes portales dimensionales. Siete grandes portales
dimensionales que equivalían a los siete chakras que cada atlante portaba, así
mismo existían otros dos portales dimensionales ocultos, ocultos en el sentido
de que aunque todos conocían su existencia, solo los más elevados de los
atlantes tenían la capacidad de manipular y acceder a estos portales
dimensionales, igual que solo los más elevados de los atlantes conocían la
verdadera naturaleza y esencia de los dos chakras más elevados, más espirituales,
que los atlantes portaban junto a los siete ya conocidos .
En ese sentido, solo los atlantes más elevados eran capaces de
acceder a estos dos portales. Los portales constituían no solo una puerta a
otras dimensiones en el sentido de que permitían a los atlantes comunicarse
entre lo que vosotros denominaríais distintos niveles, distintas densidades,
distintas vibraciones, que son en
realidad parte de una misma realidad, parte de una misma dimensión, parte de
una misma vibración, separadas solo por un concepto equivocado de vuestro ego.
Los atlantes se movían entre ellas con facilidad.
Su gran desarrollo espiritual les permitía alimentarse única y
exclusivamente del prana, la energía que les circundaba, la energía que les rodeaba,
evitando el consumo de alimentos y dejándoles solo para situaciones de extrema
gravedad, situaciones en las que el atlante podía llegar a consumir frutas o
frutos secos gracias a que no había perdido la capacidad de digerir alimentos
en el sentido físico, si no simplemente había renunciado dado que no sentía esa
necesidad.
Los siete portales inter dimensionales constituían también una
forma de extraer la energía que la civilización atlante necesitaba. Hay que
tener en cuenta que un portal no solo permite la realización de saltos inter dimensionales
de una y otra dimensión, de una y otra realidad, de una y otra vibración, si no
que también permite extraer energía de esos, podíamos llamar, agujeros
cuánticos. En ese sentido no necesitaban más recurso que ese.
La vida atlante ordenada en torno a estos conceptos, en torno a
estos portales inter dimensionales, constituía siempre un tributo a la vida, un
tributo al amor y un tributo a la sabiduría
La luz como único dios real, si es q puede utilizarse esa palabra
para definir lo que los atlantes sentían hacia el concepto de luz, sabiduría, y
amor infinito, constituía la única religión oficial, siendo cada uno de los
atlantes el único sacerdote al que tenían necesidad de recurrir.
En su evolución, en su camino, los atlantes no sentían necesidad de
rendir pleitesía a ninguna organización jerárquica social, no sentían necesidad
de ser ordenados, establecidos, según un estatus social que les permitiese
distinguirse o que les permitiese establecer categorías. Únicamente un consejo
de sabios regía en cierta forma el destino de aquella civilización. Un consejo
de sabios elegidos en torno al concepto de sabiduría, amor e iluminación, no al
de prevalencia social o económica, dado que la economía como tal no existía en
la civilización atlante.
Los atlantes eran sabios, pero también eran guerreros, entendiendo
como guerrero aquel que porta la luz, aquel que combate la sombra, y aquel que
ilumina el mundo que habita, en ese sentido, su naturaleza combativa, su
naturaleza de portadores de luz, siempre les empujaba a divulgar aquellos
conocimientos que tenían, a compartir su sabiduría entre otras civilizaciones
menos avanzadas, algunas de las cuales siguen conviviendo con vosotros en forma
de humanoides intra terrenos.
Las distintas categorías de humanoides intra terrenos, incluyendo
aquellas que siguen conviviendo con vosotros, convivían en paz con los atlantes.
Gracias al mutuo desarrollo y al mutuo respeto podían convivir en situaciones,
que vosotros hubieseis considerado beligerantes. Situaciones en las que un
conflicto, según vuestro concepto del ego, hubiera sido inevitable.
Los lemurianos, por otra parte, se volcaban más en el arte y la
ciencia .No en la ciencia tal y como la
entendéis vosotros, como dominio mediante la materia prima y el uso exhaustivo de
ella de la naturaleza que os circunda, si no al contrario, la ciencia como
respeto a todo aquello que en un momento dado nos es concedido, la ciencia como
respeto a lo que nos circunda y la ciencia como respeto a nosotros mismos,
nuestra propia naturaleza y esencia. En ese sentido los lemurianos estaban
también más volcados en el arte, el arte como máxima expresión de la belleza, una
belleza que rendía pleitesía al amor, a la sabiduría y a la luz, pero belleza
al fin y al cabo.
En ese sentido cabe también expresar la importancia que estas dos sociedades daban a aquello que
vosotros pudierais considerar el respeto al libre albedrío, el respeto al
camino que todos y cada uno de nosotros recorremos en libertad, recorremos con
nuestros propios pasos, sin dejar que sean otros quienes lo recorran. Jamás un
atlante hubiese interferido en el libre albedrío, jamás un lemuriano hubiese
interferido en el libre albedrío.
Las distintas razas de humanoides intraterrenos, sin embargo, no
respetaban de igual forma esta ley sagrada, hay que tener en cuenta que su
grado de evolución, inferior a lo que pudiéramos considerar el grado de
evolución atlante o lemuriano, hacía que en ocasiones tergiversasen o incluso
quebrasen algunas de las leyes sagradas.
Ellos sí mantenían la costumbre
de alimentarse de alimentos físicos, si no en todas las ocasiones, sí en forma
que pudiéramos considerar frecuente o recurrente. Esta costumbre hoy en día se
ha perdido entre alguno de ellos, sin embargo hay otros que de forma esporádica
siguen manteniendo la costumbre de alimentarse de frutas y frutos secos para
mantener su estructura física.
Las razas de humanoides intraterrenos que siguen actualmente
cohabitando con vosotros siguen utilizando los puntos de energía al uso atlante,
manteniendo esas puertas inter dimensionales como forma de comunicación. Utilizándolas
sin embargo con menos exactitud, con menos
dominio y en cierta forma con menos delicadeza y finura. Hay que tener en cuenta
que el atlante, gracias al inmenso desarrollo de su evolución y cuerpo físico
era capaz de manejar energías tan sutiles, tan leves, tan tenues, que siguen escapándose
hoy en día a algunas de las razas de humanoides intratrerrenos que cohabitan
con vosotros.
Hay que tener en cuenta así mismo, que vosotros en líneas generales
carecéis de la capacidad para detectar esas líneas de energía, si bien sí sois
capaces, al menos en algunas ocasiones, en algunos sujetos, de detectar las
líneas de energía principales tanto cósmicas como telúricas, como así mismo
detectar puntos de energía y portales inter dimensionales. Esta capacidad,
heredada en cierta forma de los atlantes, está lejos de haber alcanzado el grado
máximo de su desarrollo, más bien podríamos decir que estáis en los primeros pasos
del camino, pasos que es importante dar con el mayor respeto posible a la
libertad de cada uno, pero también, con la mayor auto exigencia, dado que la
energía es necesario que sea comprendida, sea gestionada y sea dirigida de la
mejor manera posible, siempre respetando
no sólo a vosotros mismos, si no también al entorno en el que os movéis
Hay que tener en cuenta que los desequilibrios energéticos pueden
afectar no sólo a aquel que en un momento dado atraviesa un portal inter dimensional,
si no también a todos aquellos vinculados a ese portal, que son en muchos casos
una gran mayoría.
Hay que tener en cuenta que los portales inter dimensionales
constituyen también un eje que vertebra las distintas realidades,
realidades que se relacionan y se inter conexionan hasta formar una sola
realidad, pero vosotros, debido a las carencias
propias de vuestros sentidos físicos, sólo sois capaces de captar una limitada realidad, una limitada parte, una limitada visión de
aquello que constituye la verdadera y auténtica realidad. En ese sentido hay que tener en cuenta que
vuestros sentidos físicos todavía son toscos. Sin embargo, podéis ser capaces
de desarrollarlos hasta niveles más elevados de vibración, de iluminación y de
sabiduría. En ese sentido también deciros
que ese logro es el mayor de todos, pues os permite acceder a distintas partes de la realidad que ahora
mismo os son negadas, y que os dará la posibilidad de lograr una mayor iluminación, una mayor sabiduría,
y sobre todo, una mayor
comprensión y amor hacia aquello que
sois y hacia aquello que son vuestros semejantes.
Hay que tener en cuenta igual que igual que
vuestros egos os ciegan a la existencia de esos puntos de energía, bien telúrica, bien cósmica, bien de distintas naturalezas, también os ciegan a la existencia de las distintas
civilizaciones que cohabitan con vosotros.
Hay que tener en cuenta que sólo
algunos de vosotros, en un grado espiritual de desarrollo más avanzado, han sido capaces de desarrollar sus sentidos
hasta el punto de poder captar esas presencias.
En ese sentido mucho tenéis que aprender la mayor parte de vosotros,
pero estáis en el camino correcto para hacerlo,
dado que seguís el camino que vuestra
propia evolución os indica. Hay que tener en cuenta por otra parte, que las
civilizaciones intraterrenas, constituidas también en torno a grandes ciudades,
se ubican en torno a los centros
energéticos más importantes, constituyendo ellos un portal dimensional y al mismo tiempo una fuente de energía y
alimento.
Esto, también heredado de la
civilización atlante y lemuriana, constituye otra forma de desarrollo social
distinta a la que manteneis vosotros
actualmente. Una forma en la que los accidentes geográficos quedan relegados a
un segundo plano, para supeditar el
desarrollo de la civilización en torno a la verdadera energía, en torno a la verdadera fuente de vida, en
torno a la verdadera fuente sabiduría,
amor e iluminación. En ese sentido
muchos os queda por avanzar.
Los siete puntos de poder, los siete portales inter dimensionales en
torno a los cuales de la civilización atlante se erigió, constituían también el
motor de lo que podríamos llamar la evolución espiritual atlante. Hay que tener en cuenta que un punto de
energía siempre ejerce un área de influencia sobre todo aquello que se desarrolla en torno
a él, en ese sentido, los atlantes se beneficiaban del gran dominio de la
energía que tenían, sabiendo ubicarse siempre en la forma correcta para
aprovechar las posibilidades que esos
puntos de energía les brindaban. Hay que tener en cuenta que también es
importante saber evitar aquellos puntos de energía que podían, en un momento
dado, causarles algún tipo de mal. No toda la energía es positiva, no toda la energía se suministra de la forma
más correcta posible. En ese sentido hay que evitar lo que podríamos llamar un
mal uso de la energía. Así como vosotros podéis comer alimentos ingestos, que en un momento dado os perjudiquen, hay energías que por su naturaleza, o por
aquellos actos que han sido realizados
para manipularla, se convierten en
energías negativas e insanas para los organismos que intentan digerirlas. En ese sentido la naturaleza atlante también
les servía como barrera de defensa, como precaución ante estos puntos de
energía.
Los atlantes eran capaces, sin gran
esfuerzo, de moverse en las distintas dimensiones gracias a estos portales, sin
embargo, en casos de extrema gravedad, en caso de extrema necesidad, algunos de los atlantes podían de motu
proprio, sin necesidad de recurrir a puntos de energía externos, manipular su propio campo vibratorio para
moverse entre distintas dimensiones.
Esto, que constituía una prueba de
verdadera maestría y sabiduría en la civilización atlante lo procuraban realizar de forma
circunstancial y extremadamente escasa, pues el más mínimo error en la
manipulación de estos campos de energía tan sutiles podían provocarles un
desplazamiento vibracional no adecuado,
así como un excesivo consumo de energía propia, lo cual les haría, en cierta forma, caer en
lo que vosotros llamaríais enfermedad. La enfermedad como falta de sustento
energético, vibracional podía hacer
presa también en el cuerpo, si bien gracias al conocimiento de la energía que
tenía esta civilización, sólo ocurría en escasas ocasiones.
Los atlantes eran de naturaleza prudente, pero a la vez osados. Osados en
el sentido de tener el suficiente coraje para empuñar la luz, la antorcha, y guiarnos allá donde fuese preciso
llevar la luz que tanto anhelaban otras civilizaciones. Ser portadores de esa
luz para permitirles avanzar en su desarrollo, de la mejor manera posible,
siempre sin interferir en su libre albedrío. En ese sentido grandes labores
fueron realizadas por los atlantes, grandes misiones de amor, paz, sabiduría,
iluminación fueron llevadas a cabo por esta civilización de extrema sabiduría,
extremo amor y extrema iluminación. Es
importante recalcar esto, pues es grande la gratitud que el planeta debe a la
civilización atlante. Esta civilización,
culmen en muchos sentidos del desarrollo de este planeta en esta dimensión
constituye un verdadero ejemplo y guía a seguir para las civilizaciones que se desarrollan
ahora, tanto sobre la superficie del planeta,
como en el interior de la corteza terrestre, como lo que podríamos
llamar vibraciones o dimensiones aledañas,
aquellas que en un momento dado vosotros podéis detectar de forma muy
circunstancial pero que en líneas generales os son ocultas.
En ese sentido llegará un día en el que seáis capaces de detectar todo
aquello que verdaderamente os rodea mediante la elevación y sublimación de
vuestros sentidos físicos. Mientras tanto sin embargo en cierta forma permanecéis
en parte ciegos ante aquello que verdaderamente os rodea, guiándoos por unos
sentidos meramente físicos que os ciegan y os mienten pues ocultan gran parte
de la realidad que en vuestro entorno
ocurre.
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